lunes, 3 de julio de 2017

"La Montaña Mágica" de Thomas Mann a la palestra

Resultado de imagen de la montaña magica libro    La Montaña Mágica de Thomas Man es la novela más ambiciosa que he leído en mi vida, el autor pretende escribir el libro de los libros, el que abarque la sociedad de principios del siglo XX como heredera de una Historia y precursora de un futuro.  La novela presenta el pensamiento, la música, la fisiología, la tecnología, las ciencias, sin dejar de lado una trama en la que intervienen personajes tipo, hombres, mujeres, de varios países, de distintos ideales, toda una trama sustentada con un diálogo permanente sobre los asuntos profundos del ser humano, la muerte, el dolor, la enfermedad, la patria, el honor, el amor, las relaciones personales, en un escenario bucólico, un pequeño universo, un Gran Hermano alpino, que propicia la reflexión, la discusión y donde el tiempo es todo, nada y algo tan subjetivo como objetivo. Por si fuese poco tal despliegue de datos, Mann narra sin prisas y sin atenerse a un formato comercial, decidido a dejarnos una obra de arte en la que las descripciones concienzudas y el tratamiento de detalles en absoluto necesarios para la historia, aunque sí para el estilo, van sumando páginas hasta alcanzar mil ciento cuarenta y ocho que tiene mi versión, una enorme cebolla que aprovechar a capas, no una vez, más de una, dos recomienda el propio Thomas, nunca el lector es el mismo.

Imagen relacionada    Esta obra monumental puede parecer un auténtico ladrillo, tiene forma de ello cuando está cerrada, su ritmo es engañosamente lento, porque ¿qué va a ocurrir en un sanatorio para tuberculosos en los Alpes suizos?, nada ¿verdad?, días y días de soportar el tedio de la enfermedad y los reposos pero, Mann consigue atraparnos y hacer de la conversación, de los detalles, de los sueños, la imaginación, de las comidas, de los reconocimientos médicos, de las cartas que se escriben o no, un acontecimiento relatable, el cotidiano se convierte en acción en manos de un narrador superlativo.

Resultado de imagen de la montaña magica libro     Hay muchos lectores que han comenzado a leerla y han desistido, yo hubiera hecho lo mismo en otra época de mi vida, pues hay lecturas que requieren de reflexión y reposo, es algo que descubres en cuanto has avanzado en esta diez páginas, la sensación es que no se va a ser capaz de tener ni el tiempo, ni la preparación, ni la paciencia para degustar todo lo que te ofrece. Yo tuve la suerte de que el Club de Lectura de la FNAC de Marbella apostara por la obra y por nuestra capacidad como lectores. También me ayudó el hecho de que muchas personas con las que he hablado me han dicho que es un libro difícil, que ellos no habían conseguido terminarlo, y esto para mí es una instigación, no hay nada como superar un reto, de manera que lo que me resultó imposible fue abandonarlo, por más que en algunas ocasiones hubiera resultado un gran esfuerzo, como en las discusiones de Naphta y Settembrini, dos estereotipos de pensamientos opuestos, entre lo progresista y lo tradicional, que al final resultaban hasta previsibles por el extremo de pensamiento al que representaban. Rosa Montero dice que este es un libro maravilloso en el que te puedes saltar páginas, yo no me las he saltado, pero he de confesar que a veces he bajado el nivel de atención pues, como digo, eran diatribas previsibles, y por otro lado, en las que no me puedo implicar sesgadamente, hay que tener en cuenta que hoy en día, el uso que se ha hecho de las ideologías es tan pervertido que uno ya no tiene convicciones sobre nada. Por otra parte, en una conversación con la presidenta del Ateneo de Marbella, Sagrario Álvarez, viuda del periodista Félix Bayón comprendí que la lectura de esta novela requiere Paciencia, un tratamiento del tiempo muy diferente del que nos acompaña en este primer cuarto del Siglo XXI, así que, he crecido como persona y he conseguido desarrollar mi paciencia con esta obra para disfrutar de su belleza, porque esta locura literaria es de una estética colosal, reposada, inquieta y digestiva.  

Imagen relacionada    Los conflictos y emociones de los personajes forman parte de una trama de gran valor psicológico, lo más recóndito del ser humano, sus pensamientos más íntimos, sus miedos y sensaciones plantean un gran análisis del interior. De este modo, pasamos de lo macro a lo micro, de la sociedad, la Verdad, los movimientos filosóficos, la política turbada de principios de siglo, el nacional-socialismo, de los tambores de guerra mundial al conflicto interior, la indecisión, la frustración, el amor, el cambio de mentalidad, el deleite por la belleza, las pesadillas, las ideaciones y estados de ánimo. Nunca un escritor de novela se empeñó en contar tanto de todo, seguro que hay lectores que puedan pensar que tampoco hacía falta, y es verdad, ni la obra lo exige, ni el lector tampoco, pero Mann supo que se hablaría de él, “como de Cervantes” en sus propias palabras, y realmente, si reflexionamos podemos encontrar una ambición por representar a los personajes decadentes de la época, el pensamiento, los defectos humanos y las virtudes, todo en un clima de ironía y sarcasmo que me ha hecho sonreír en numerosas ocasiones por patético y demodé.

Resultado de imagen de la montaña magica libro     El tiempo es relativo, parece ser que sí, pero no, o sí, el tiempo son los siete años que el protagonista pasa en la Montaña Mágica perdiendo y ganando días, el tiempo es la espera, momentos eternos en los que la línea del tiempo se curva como si se pudiese desdoblar, la vida contemplativa, horas de reposo, de nostalgia, de espera, de monotonía. Monotonía, la de los esquemas cuadriculados, la que no deja resquicios a la sorpresa, la segura monotonía que llena los momentos, los años, de tiempo previsible, la que engatusa a gran parte de la población por el ecosistema conocido y exento, hasta cierto punto, de los peligros que acechan en el mundo exterior, en la “llanura”. La pequeña sociedad tiene sus mecanismos de defensa, el exterior es conflictivo, dañino, el que se atreve a traspasar los muros sin seguir las normas devuelve al grupo el mensaje de peligro, de advertencia, en muchos casos mortal, igual que las organizaciones sectarias, igual que las sociedades socializantes, afuera hace frío.

Resultado de imagen de la montaña magica libro    El Balneario es también una célula del mundo exterior, un microcosmos, todos los genes de Europa se encuentran reunidos en el comedor, distintas concepciones de la religiosidad, distintos orígenes sociales pero burgueses, distinto ideario políticos, distintos países de origen, las lenguas europeas en una Babel fracasada, donde todos se entienden. Todos unidos por lo más inherente al ser humano, el dolor, la esperanza, la muerte, la vida, la enfermedad, la lucha y el miedo a lo desconocido.

    Thomas Mann escribe el gran cuento, un cuento que tiene como muchos de tradición germana a Hans como protagonista, además juega con Fausto y la idea de bajar a los infiernos, sólo que Thomas Mann en la aceptación de su divergencia, invierte los caminos, sube al lugar de las normas, de la regularidad establecida,  sube a los infiernos. El autor escribe un cuento y el cuento es del tamaño que el autor quiere, para eso es el lugar donde se permite exponer el status quo y donde se mofa de él.

Imagen relacionada     Teniendo en cuenta la importancia que Thomas Mann da al análisis psicológico y la erudición de sus conocimientos podríamos decir que se encuentra más en la onda de Jung que en la de Freud por la cantidad de perturbaciones emocionales y complejos que operan en el total del individuo, sin acotarse a la sexualidad infantil perversa polimorfa que tanto conmocionaban al alemán y donde situaban la fuente de todos los conflictos.


    Para mí, el mayor valor de esta novela es su osadía, el atrevimiento, de la ambición del retrato multidimensional, un estado de cosas preguerra del que el narrador omnisciente nos hace partícipe hasta el mínimo pensamiento, como el narrador omnisciente más omnisciente. El protagonista es un pretexto, un joven al que formar como se forma al lector que es realmente el importante, el receptor de esa Historia que se gesta y que el autor comprende como decadente, un esquema que no se volverá a repetir, las guerras, los adelantos de la ciencia, los avances en medicina, las evoluciones del pensamiento acabarán con este Xanadú por mucho que se defienda.

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