miércoles, 18 de abril de 2012

Las "Devadasis": niñas prostituidas en nombre de la religión

Autor: Robert J. Goodman

 Según un estudio reciente llevado a cabo por la Asociación Racionalista de la India, el 30% de las niñas prostituidas en Bombay, y más de 50% en Poona, están allí para cumplir un voto religioso. Procedentes de la casta de los "intocables", más de 70% de ellas se iniciaron en la profesión antes de alcanzar los catorce años de la edad. Hablamos de las devadasis dedicadas a la diosa Yellamma.  


En Octubre de 1996, el Gobierno de Karnataka en el sur de la India aprobó una ley que prohibía claramente esta costumbre, castigando su práctica con penas de hasta tres años de cárcel y una fuerte multa. Pero como sucede con muchas otras leyes en la India, todo queda en papel mojado ya que algunos de los que se benefician de esta explotación. Por otro lado ¿A quien le interesan los intocables?... 

Para examinar este tema a fondo, debemos empezar por definir lo que significa la palabra "devadasi". La primera mitad, "devi", se traduce como "dios" y la segunda, "dasi", significa "esclava femenina". De este modo, las devadasis son las esclavas de Yellamma o Yellardamma, un apelativo para referirse a la "Madre de Todos", y que probablemente fuera una diosa antigua de la fertilidad. Hoy día, la tradición de las devadasis pervive en algunas zonas costeras de los estados de Maharastra, Goa y en la zona sur de Karnataka.
 
Una familia se entera que su hija ha sido elegida por Yellamma gracias a ciertas signos "misteriosos". El más común es la aparición de un enredo de pelo en la cabeza de la niña, llamado jat. En vez de considerar dicho enredo el resultado natural de la suciedad y una higiene penosa, la madre de la criatura empapa el jat con grasa de animal y deja que el pelo dentro crezca hasta que esta muy largo. En algunas zonas rurales es fácil reconocer a las mujeres devadasi gracias a sus jats, espiras gruesas de pelo que a veces llegan hasta las rodillas. Hay un método muy popular de elegir a los devadasis que solo puede interpretarse como "rapto de menores". 
Según Margaret Bhatty en su articulo de Indian Skeptic, es una devadasi misma, a la que se promete la salvación eterna, la que debe colocar un "collar de iniciación" a las niñas que considera las mas adecuadas para servir a Yellamma. Para lo cual, las devadasis mayores se desplazan desde las ciudades grandes al campo acompañadas por los dueños de los burdeles donde ellas trabajan, buscando las niñas más bonitas entre los pobres. Por lo general, y antes del viaje ya han hecho una exploración previa de la zona a visitar para averiguar qué chicas llevan jats en sus cabellos. Posteriormente, y rodeadas por las familias elegidas, fingen entrar en un trance, durante el cual, se consumará la selección de las desafortunadas llamadas a "servir" a Yellamma. A menudo, aprovechándose de la pobreza e ignorancia de las familias intocables, algunos hombres ricos de las castas superiores sobornan a las devadasis mayores para que les suministren a las niñas más atractivas para su consumo particular. Ni que decir tiene que estas pequeñas, que a menudo no sobrepasan los diez años, son sometidas a todo tipo de abusos imaginables. Huelga decir que en este último caso las familias nunca vuelven a saber nada de sus hijas.

De todas maneras y aunque no existiera esta tradición, los pervertidos lo tienen relativamente fácil en la India. La intocabilidad Permite que otras castas exploten a los parias como se ha hecho durante siglos y es la extrema pobreza de algunas familias la que mueve a los padres que tienen niñas bonitas a recurrir a esta tradición para librarse de una boca que no pueden mantener y mucho menos dotar para una futura boda. Crean un jat en la cabeza de la niña al frotar un bucle de pelo con agua mezclada con cúrcuma y engrasada con aceite y en caso de que sea elegida saben que su nivel de vida mejorará porque una pequeña parte de los ingresos de la niña pasan a la familia y, a cambio, dan su propio nombre a cualquier hijo que nazca como resultado de sus muchas relaciones sexuales futuras.

Aunque esta perseguido por la ley, la dedicación de niñas intocables a la diosa Yellamma está en aumento y se celebra en pequeños santuarios de algunos poblados, en casas particulares o en los lugares de peregrinaje de las prostitutas.

Las niñas, algunas con apenas 6 u 8 años, son inspeccionadas por los dueños de los burdeles de Bombay antes de iniciar el desfile hacia la sancta sanctorum. Después de un ceremonial, muchas son trasladadas a una gran ciudad, directamente a un burdel donde serán muy apreciada por los clientes extranjeros que disfrutan del llamado "turismo sexual". Si tiene suerte, la devadasi puede encontrar un "amo" rico para mantenerla pero normalmente trabaja en los campos durante el día mientras realiza la prostitución por la noche. Por otra parte las devadasis llevadas directamente a las grandes ciudades nunca vuelven a sus pueblos y entran en una cadena de compra y venta que generalmente no termina hasta su muerte.

1 comentario: