miércoles, 8 de febrero de 2012

San Agustín


Mi primo Pepe Domínguez, me sugiere que Nicolás Maquiavelo se basó, o que no fué muy original al escribir el Príncipe, pues ya San Agustín había abordado el tema desde el punto de vista de lo que habían hecho mal para perder el imperio.

Biografía:
Aurelio Agustín, que éste era el verdadero nombre de San Agustín, nació en Tagaste, en la Numidia, cerca de Cartago, el año 354.

Tagaste, hoy Souk Ahras, a unas 60 millas de Bona (la antigua Hippo-Regius), era por aquel tiempo una ciudad pequeña y libre de la Numidia preconsular que se había convertido recientemente del donatismo. Su familia no era rica aunque sí eminentemente respetable, y su padre, Patricio, uno de los decuriones de la ciudad, todavía era pagano, sin embargo, las admirables virtudes que hicieron de Mónica el ideal de madre cristiana consiguieron, a la larga, que su esposo recibiera la gracia del bautismo y una muerte santa, alrededor del año 371.

Su obra filosófica y teológica compila y transforma una serie de doctrinas griegas o helénicas, que influyeron profundamente en su intelecto, sobre todo en la última etapa de su crisis, hasta la conversión.



RESEÑA:
La ciudad de Dios es la principal obra de San Agustín. Fue escrita entre los años 413 y 426 para refutar la opinión de que la caída de Roma en poder de los godos de Alarico (año 410) había sido causada por la aceptación del cristianismo y por el abandono de los dioses del Imperio, que en castigo habían dejado a Roma desamparada en manos de los bárbaros. Agustín se enfrenta a esta opinión en los cinco primeros libros de los 22 que tiene la obra, mostrando que Roma había caído por su egoísmo y por su inmoralidad. Además, en los cinco libros siguientes, Agustín demuestra que ni el politeísmo popular ni la filosofía antigua fueron capaces de preservar el Imperio y dar la felicidad a sus habitantes.
Los otros doce libros están dedicados a presentar el nacimiento, desarrollo y culminación del enfrentamiento entre las dos ciudades, la terrena y la celestial, encarnada ésta en la Iglesia de Cristo. Así, los libros XI-XIV muestran cómo nacen las dos ciudades, los libros XV-XVIII presentan su desarrollo en este mundo, el libro XIX expone la finalidad de las dos ciudades y los libros XX-XXII están dedicados a su culminación tras el juicio final.
El libro XIX es un libro muy bello, en el que San Agustín hace un profundo análisis de las nociones de justicia, paz y felicidad. En concreto, los capítulos 11-17 están dedicados al tema de la paz: definición (la paz es la tranquilidad del orden), formas de la paz, medios para conseguirla (las leyes), etc. 



Yo me he atrevido a adjuntar la película 






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